El suceso se ha saldado con el arresto de 10 hombres pertenecientes a una secta de judíos jasídicos.
La ciudad de Nueva York está siendo escenario de un extraño suceso que ha despertado caos, sospechas e incertidumbre. En diciembre pasado, se descubrió que una pequeña secta de judíos jasídicos había construido un complejo sistema de túneles subterráneos secretos debajo de una sinagoga en Brooklyn, específicamente en el 770 Eastern Parkway, un lugar de gran importancia para la comunidad judía en la ciudad. Aunque estos pasadizos clandestinos llevaban tiempo excavados, su hallazgo desencadenó una inspección estructural de emergencia por parte del Ayuntamiento para asegurar la integridad del edificio.
Durante la operación para sellar los túneles, los jóvenes fieles responsables de su construcción se opusieron, generando un enfrentamiento que resultó en la intervención policial y el arresto de 10 hombres por conducta delictiva, peligro imprudente y obstrucción de la administración. Motti Seligson, portavoz de la comunidad, calificó a los creadores de los túneles como «estudiantes extremistas», expresando su profunda preocupación por estos eventos.
Este extraño suceso se enmarca en una larga disputa entre la comunidad de Chabad Lubavitch y una secta disidente más radical. En 2006, un tribunal determinó que la comunidad dominante de Chabad Lubavitch tenía control sobre el edificio en cuestión, y miembros de la secta escindida comenzaron la construcción de los túneles como parte de una disputa continua por la propiedad del lugar.
Las autoridades aún no han proporcionado detalles oficiales sobre cuándo o por qué se construyó el túnel, alimentando la especulación y teorías de la conspiración. A pesar de la falta de información, la situación ha llevado a la propagación de rumores y teorías antisemitas, incluyendo afirmaciones infundadas sobre tráfico de menores y prácticas rituales satánicas, generando preocupación y repudio.
Mike Rothschild, autor del libro «Jewish Space Lasers: The Rothschilds and 200 Years of Conspiracy Theories,» advierte que las teorías de conspiración modernas tienden a obsesionarse con los judíos y los túneles secretos, destacando la importancia de abordar y desmitificar la desinformación.