El Gobierno español también considera que estos animales son un «nuevo alimento seguro» y sostenible
Hace unos meses, el Gobierno presentó un texto parlamentario que considera a los insectos como ‘nuevos alimentos seguros’, destacando sus beneficios para la salud y la sostenibilidad ambiental. La Unión Europea respalda esta iniciativa, aprobando varios insectos para el consumo humano. En España, la fábrica de insectos más grande de Europa abrirá en 2024, reflejando una creciente aceptación. Aunque la entomofagia genera rechazo, es una práctica común en diversas culturas, con platos como cucaracha frita o grillos encebollados.
En la UE, la autorización y evaluación de riesgos alimentarios relacionados con insectos recae en la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que asegura su seguridad. En España, la tendencia crece, según un estudio de Nestlé, revelando que el 19% de los españoles considera incorporar insectos a su dieta. La fábrica Tebrio en Salamanca, la más grande de Europa, se centra inicialmente en la alimentación animal, pero plantea oportunidades para el consumo humano.
A pesar de la eficiencia en la producción de proteínas y nutrientes, así como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la aceptación cultural sigue siendo un desafío. Superar la brecha cultural es esencial para aprovechar los beneficios de los insectos como fuente alimentaria alternativa y sostenible.