Cuando se piensa en estructuras visibles desde el espacio, la Gran Muralla China suele ser la primera en venir a la mente, pero esto es un mito. Sin embargo, hay una creación humana que se puede ver sin lentes especiales ni condiciones específicas, y se encuentra en España, en la provincia de Almería, conocida como el ‘Mar de Plástico’.
El ‘Mar de Plástico’ abarca unas 32,000 hectáreas en Almería y consiste en invernaderos dedicados a la explotación agrícola, compuestos mayormente por láminas de plástico. Esta extensa área se ha convertido en una de las pocas estructuras humanas fácilmente visibles desde la Estación Espacial Internacional, gracias a sus propiedades reflectantes y al fenómeno conocido como efecto albedo.
La historia de este paisaje artificial se remonta a la década de 1960, cuando el gobierno español asignó parcelas a una población recién llegada al sur de España. Los invernaderos proliferaron como resultado de experimentos exitosos para proteger los cultivos del clima adverso y extender la temporada de crecimiento. Esta iniciativa transformó a Almería de una región empobrecida y desértica en un centro crucial de exportación de frutas y verduras en España.
Aunque el ‘Mar de Plástico’ ha contribuido significativamente a la economía, su modelo agrícola intensivo ha generado preocupaciones medioambientales. El consumo excesivo de agua en una región ya árida ha agotado acuíferos locales y desecado tierras fértiles. Además, el uso extensivo de plástico en la agricultura ha llevado a problemas de contaminación, ya que los residuos plásticos dañados pueden fragmentarse, convirtiéndose en microplásticos que afectan el suelo y los ecosistemas marinos. A pesar de que el 85% del plástico empleado en los invernaderos se recicla, el restante 15% representa un desafío ambiental significativo, dejando miles de toneladas de plástico sin tratar cerca de las costas, según datos de la Junta de Andalucía.