Los científicos han descubierto evidencia de un nuevo grupo de depredadores extintos.
Una dinastía de depredadores oceánicos previamente desconocida, denominada Timorebestia, ha sido descubierta en Sirius Passe, una región poco explorada del Cámbrico Inferior en el norte de Groenlandia. Estos fósiles, que datan de hace más de 500 millones de años, desafían las percepciones existentes sobre los ecosistemas oceánicos tempranos. Equipados con aletas a los lados de su cuerpo, estas criaturas, apodadas «bestias terroristas», presentan una cabeza distintiva con largas antenas y enormes mandíbulas dentro de su boca, alcanzando tamaños de más de 30 cm de largo, convirtiéndolos en uno de los animales nadadores más grandes del Cámbrico Temprano.
Descubiertos en Sirius Passet, estos gusanos gigantes son parientes lejanos de los gusanos flecha actuales. Se cree que fueron algunos de los primeros animales carnívoros que cazaron en la columna de agua durante el Cámbrico temprano, ocupando un lugar destacado en la antigua cadena alimentaria hace 518 millones de años. Su peculiar aspecto y mandíbulas introducidas en la cabeza sugieren una adaptación única para la caza en ese periodo.
El descubrimiento de Timorebestia es crucial no solo por su papel en la cadena alimentaria del pasado, sino también porque los gusanos flecha, sus parientes, se encuentran entre los fósiles de animales más antiguos del Cámbrico. Aunque los artrópodos dominaban como depredadores durante ese periodo, la existencia de Timorebestia y su posición en la cadena alimentaria proporcionan nueva información sobre la complejidad de los antiguos ecosistemas oceánicos. El descubrimiento, realizado en Sirius Passet, un lugar remoto en el norte de Groenlandia, destaca la riqueza de datos anatómicos preservados en estos fósiles, revelando detalles sobre su sistema digestivo, anatomía muscular y sistema nervioso.