El Presidente partió esta tarde a Santa Cruz, donde pasará la noche. Quiénes lo acompañan y cuándo se trasladará al continente blanco. El rol del diplomático argentino Rafael Grossi.:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/FODDBRYWDNE43NPJ5LGOGKOUDQ.jpg 420w)
Este viernes, el presidente Javier Milei inició su viaje a la Antártida para implementar un programa de control de contaminación. Confirmado por la Casa Rosada, Milei y su comitiva partieron hacia Santa Cruz alrededor de las 17:20, pernoctando en una base militar de Río Gallegos antes de dirigirse a la Base Marambio el sábado. La misión surge tras la reunión entre Milei y el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Javier Grossi, donde discutieron la agenda global y la situación de América Latina, única región sin armas de destrucción masiva oficialmente registradas.
En el encuentro, Grossi informó a Milei sobre el proyecto de control de contaminación en la Antártida impulsado por la OIEA. La iniciativa, similar a un programa en el Ártico, fue acordada durante las conversaciones con la ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Diana Mondino, y el ministro de Defensa, Luis Petri. El objetivo es regresar a Buenos Aires el mismo 6 de enero, dependiendo de las condiciones climáticas.
La expedición se origina en la preocupante presencia de microplásticos en la nieve antártica, revelada por un estudio en junio de 2022. Estos microplásticos, hallados en diversos lugares cercanos a la Base Marambio, podrían afectar el clima al acelerar el derretimiento del hielo. La Antártida, que alberga aproximadamente el 80% del agua dulce del planeta, es esencial para la estabilidad climática global. En octubre de 2022, Argentina firmó un Memorando de Entendimiento con la OIEA para monitorear la presencia de microplásticos en la región antártica, y ahora, bajo el liderazgo de Milei, se inicia la acción concreta para abordar este problema ambiental.
