Un potente terremoto en la península de Noto ha llevado a las autoridades japonesas a emitir una alerta de tsunami. A pesar de registrarse a poca profundidad, el temblor generó preocupación por posibles olas destructivas a lo largo del litoral occidental. Las primeras olas de alrededor de 1,20 metros ya han alcanzado la ciudad de Wajima, activando la programación de emergencia en la cadena NHK.
La población ha recibido instrucciones de evacuar las áreas costeras y refugiarse en terrenos elevados ante el riesgo inminente. La Agencia Meteorológica de Japón ha advertido sobre la posibilidad de olas más grandes, con elevaciones en la marea que varían entre 40 y 80 centímetros en diferentes regiones de Ishikawa y Niigata.
Las autoridades han emitido alertas de tsunami para varias prefecturas, con advertencias de olas de hasta cinco metros en Ishikawa y hasta tres metros en otras regiones. Además, se ha implementado una alerta general para la costa occidental de Honshu y Hokkaido, así como el norte de Kyushu.
El impacto en la infraestructura es evidente, con la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa siendo evaluada por Tokyo Electric Power. Los servicios ferroviarios en diversas regiones han sido suspendidos. El primer ministro japonés, Fumio Kishida, ha convocado un gabinete de crisis para gestionar la situación, mientras la población se mantiene en alerta máxima ante la amenaza de olas de gran magnitud.