Un estudio ha analizado los hábitos de consumo de hasta 8.000 estudiantes de 1º y 2º de la ESO, centrándose tanto en el alcohol como el tabaco y en otro tipo de adicciones como pueden ser los videojuegos o el mundo de internet.
Recientemente, se ha publicado un estudio piloto, liderado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD), que analiza los hábitos de consumo de menores de 12 y 13 años en relación con adicciones, revelando datos inquietantes. El informe, que abarca a 8,000 estudiantes de 1º y 2º de la ESO, destaca que uno de cada tres menores ha probado alcohol, y más del 30% ha consumido bebidas energéticas en los últimos 30 días.
El análisis señala que, aunque los niveles de consumo de alcohol son inferiores en comparación con los jóvenes de 14 a 18 años, existe una proporción significativa que ha probado esta sustancia en el último mes. Los datos detallan que el 34.6% ha probado alcohol al menos una vez en la vida, con una disminución al 30.6% en el último año y al 21.5% en el último mes. Además, se destaca que el consumo de alcohol es más prevalente entre aquellos cuyos padres beben con frecuencia.
En cuanto al consumo de bebidas energéticas, el 37.7% de los encuestados ha tomado marcas como Red Bull o Monster en los últimos 30 días, y uno de cada diez lo ha combinado con alcohol, planteando preocupaciones adicionales sobre la salud de los menores.
En el ámbito del tabaco, el estudio revela que el 8.5% de los estudiantes ha fumado alguna vez, siendo más común entre las chicas que entre los chicos. Sin embargo, el consumo de cigarrillos electrónicos es notablemente alto, con uno de cada cuatro menores de 12 y 13 años que lo ha probado, destacando un aumento significativo con la edad.
Los videojuegos y la presencia en internet también ocupan un espacio importante en la vida de los menores, con el 90% jugando a videojuegos. No obstante, el estudio destaca que el 14.5% de los adolescentes muestra signos de un posible uso problemático de internet, especialmente entre las chicas.
En resumen, este estudio pionero arroja luz sobre patrones preocupantes de consumo y adicciones en menores, subrayando la necesidad de una mayor conciencia y medidas preventivas en esta importante franja de edad.