Los vecinos del lugar describen estos sistemas como una mancha desagradable en el paisaje.
En el sur de Gales, un agricultor en Llanfabon denunció que fue sobornado con dinero y una noche en un club de striptease para permitir la instalación de una turbina eólica en sus tierras. La polémica surgió durante una reunión extraordinaria del Consejo Comunitario de Nelson, cerca de Caerphilly, donde se discutieron los métodos cuestionables de la empresa Bute Energy en su plan de energía renovable.
En la sesión, se confirmó que a un residente local se le ofreció dinero en efectivo y una noche en un club de baile erótico, según las acusaciones. Sin embargo, la empresa en cuestión negó vehementemente estas afirmaciones, calificándolas de «absurdas». Los residentes locales expresaron su descontento, alegando que las turbinas eólicas están afectando negativamente a sus comunidades y generando desagrado entre los turistas.
A pesar de las críticas, algunos propietarios han aceptado el dinero y permitido la instalación de maquinaria de energía renovable en sus tierras, según informa el Daily Mail. La controversia destaca la tensión entre la necesidad de adoptar fuentes de energía más sostenibles y las preocupaciones sobre la forma en que algunas empresas buscan implementar sus proyectos en comunidades locales.