Un avance científico sin precedentes ha llevado a la creación de un combustible revolucionario para aviones, desarrollado por una empresa de aviación en Gloucestershire, Reino Unido.
En un esfuerzo por encontrar una alternativa sostenible y de bajo costo, los químicos de Firefly Green Fuels lograron convertir aguas residuales humanas en queroseno, un logro que ha pasado pruebas independientes confirmando su similitud con el combustible estándar para aviones. Este biocombustible, que tiene una huella de carbono un 90% menor que su contraparte fósil, no solo representa un avance tecnológico, sino también un paso significativo hacia la reducción de las emisiones de carbono en la aviación, una industria que contribuye al 2% de las emisiones globales de carbono.
«El equipo de Firefly, en colaboración con la Universidad de Cranfield, ha demostrado que su combustible no solo es químicamente similar al queroseno convencional, sino que también presenta beneficios ambientales sustanciales.
Realizaron pruebas exhaustivas sobre el ciclo de vida del combustible, concluyendo que este biocombustible tiene el potencial de marcar la diferencia al ofrecer una alternativa más ecológica. A pesar de que el desafío de reemplazar los combustibles fósiles en la aviación es monumental, este avance abre la puerta a posibilidades globales, utilizando un recurso aparentemente ilimitado: los desechos humanos. Con la promesa de contribuir a un cambio significativo en la industria aérea, este combustible podría allanar el camino hacia un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.