Desde que comenzó la invasión a Ucrania, Moscú incrementó los lanzamientos de este tipo de dispositivos.
El cosmódromo de Plesetsk, en la región de Arjánguelsk, fue el escenario del exitoso lanzamiento de un nuevo satélite militar mediante un cohete ligero Soyuz-2.1b. El Ministerio de Defensa ruso confirmó que el satélite alcanzó la órbita programada y se encuentra bajo el control de las Fuerzas Aeroespaciales, estableciendo «comunicación telemétrica estable» y asegurando que «todos los sistemas de a bordo funcionan con normalidad». Este evento marca el quinto lanzamiento de satélites militares de Rusia en el año.
Los lanzamientos anteriores tuvieron lugar el 21 de diciembre, el 7 de agosto, el 27 de mayo y el 23 de marzo. El aumento en la frecuencia de este tipo de lanzamientos ha sido notable desde la invasión de Rusia a Ucrania. Vladimir Prokhvatilov, investigador principal de la Academia de Ciencias Militares, destacó previamente que los satélites militares rusos tienen la capacidad de capturar imágenes de diversas regiones de la Tierra y de instalaciones militares.