-Bryan Johnson se hizo popular por inyectarse plasma de su hijo de 18 años
-El tratamiento génico no está aprobado por las autoridades sanitarias de EE.UU
La obsesión por la eterna juventud persiste entre los millonarios de Silicon Valley, quienes, en lugar de reliquias y cálices sagrados, ahora invierten miles de millones de dólares en tratamientos experimentales. Bryan Johnson, un destacado miembro de este grupo, ha optado por un tratamiento genético experimental llamado Blueprint desde 2020, enfocado en combatir el envejecimiento. Recientemente, Johnson se sometió a un tratamiento con folistatina, una terapia génica experimental aún no aprobada en Estados Unidos, llevándolo a viajar a Honduras para recibirlo.
El tratamiento con folistatina, conocido como el nuevo ‘Cáliz’ de la eterna juventud, está en fases tempranas de experimentación con ratones, con un éxito del 30%, según admitió Johnson. A pesar de no contar con la autorización para ensayos en humanos, Johnson se convirtió en el conejillo de indias de un ensayo clínico realizado por la startup Minicircle en la isla de Roatán, Honduras. La empresa, respaldada por inversores como Peter Thiel y Sam Altman, estaría proporcionando el tratamiento, valuado en alrededor de $25,000 por sesión, de manera gratuita a Johnson debido a su alto perfil.
Bryan Johnson, no ajeno a la búsqueda de la eterna juventud, ya había iniciado en 2020 el proyecto Blueprint, invirtiendo millones de dólares anuales para ralentizar su envejecimiento. Además de la terapia génica, su sistema incluye un estricto control de dieta, hábitos deportivos, descanso y transfusiones de plasma de su hijo. A sus 45 años, afirma tener una edad biológica de 37, piel de 28 y capacidad pulmonar de un joven de 18. Minicircle, la empresa detrás del tratamiento, ha expresado su disposición a desafiar el miedo y la regulación en la búsqueda de la inmortalidad.