El magnate tecnológico Elon Musk, reconocido por liderar empresas como Tesla y SpaceX, se encuentra en medio de una controversia según informes del Wall Street Journal. Se alega que Musk consume sustancias ilegales, incluyendo éxtasis y cocaína, lo que ha suscitado preocupaciones entre ejecutivos y miembros de la junta directiva de sus empresas.
En los últimos años, la inquietud ha ido en aumento, ya que algunos cercanos al multimillonario temen que su comportamiento errático, alimentado por el consumo de sustancias, pueda tener repercusiones no solo en su salud personal, sino también en el valor de sus empresas, valuadas en alrededor de 1 billón de dólares.
A pesar de afirmaciones del abogado de Musk sobre pruebas de drogas regulares en SpaceX, las acusaciones persisten. Musk ha sido previamente vinculado al consumo de marihuana y ha discutido su experiencia con la ketamina, pero testimonios sugieren el consumo de LSD, cocaína, éxtasis y hongos psicodélicos en eventos privados.
La magnitud de la preocupación radica en el papel esencial de Musk en sus empresas, planteando interrogantes sobre posibles consecuencias para inversores, empleos y el programa espacial estadounidense, ya que SpaceX es clave en el transporte de astronautas de la NASA.
Las acusaciones también se centran en momentos específicos, como una reunión de SpaceX en 2017, donde el comportamiento de Musk generó preocupaciones. La exdirectora de Tesla, Linda Johnson Rice, abandonó la junta directiva en 2019 debido a su frustración por el comportamiento de Musk.
Además de las implicaciones para la salud del empresario, los informes sugieren que el uso de sustancias ilegales podría violar políticas federales y poner en riesgo contratos gubernamentales de SpaceX por miles de millones de dólares.