Virgin Galactic acaba de lanzar a su inicial grupo de viajeros al límite del cosmos. Desde este momento, planea llevar a cabo un lanzamiento mensual para satisfacer a las más de 800 almas que ya adquirieron su billete.
Hace apenas unas semanas, el 10 de agosto, Virgin Galactic realizó su segunda aventura comercial al transportar a un grupo de científicos e italianos a la estratósfera para llevar a cabo ensayos. Sin embargo, en esta ocasión, tres aventureros abordaron la nave con la simple intención de experimentar la ingravidez y observar la Tierra desde el espacio.
Keisha Schahaff y Anastatia Mayers, madre e hija originarias de Antigua y Barbuda, ganaron sus boletos en un concurso auspiciado por Virgin Atlantic. Lo que comenzó como un viaje para gestionar una visa en el Reino Unido se convirtió en un emocionante paseo estelar sin costo. Anastatia, con 18 años, se convirtió en la viajera más joven en alcanzar tal hazaña.
El tercer pasajero fue Jon Goodwin, un deportista olímpico retirado de 80 años con raíces británicas. Goodwin, uno de los pioneros que adquirió su lugar en 2005 por $250,000 dólares, compartió su entusiasmo por este viaje que anhelaba desde hace casi dos décadas.
El viaje estelar comenzó con el despegue de la nave nodriza VMS Eve desde Nuevo México, EE. UU. Después de alcanzar la altitud requerida, el propulsor Unity se desprendió, dando inicio al emocionante impulso final. Los tres pasajeros, respaldados por un mentor de la empresa, experimentaron la ingravidez a unos 85 km del suelo, disfrutando de la espectacular vista de la curvatura terrestre a través de los numerosos ventanales de la nave.
A pesar de la breve duración del viaje, tres minutos en el vasto espacio, la experiencia tuvo un precio exorbitante. Jon Goodwin, al aterrizar, expresó que superó sus fantasías más desbordantes y destacó la impresionante vista de nuestro planeta desde el cosmos como el momento más emocionante de su vida. Keisha compartió la sensación de flotar en el cosmos y describió la observación de la Tierra como el instante más asombroso del trayecto.
Esta incursión de Virgin Galactic se produce después de casi dos décadas de esfuerzo por parte de la empresa para introducir el turismo espacial. Sin embargo, la competencia en este campo está en aumento, con otras empresas como Blue Origin, liderada por Jeff Bezos, y SpaceX, de Elon Musk, también realizando expediciones al espacio. La rivalidad no solo se centra en ser pionero, sino en conquistar altitudes significativas. Virgin Galactic ha culminado sus recientes travesías a una altitud de entre 85 y 88 km, mientras que Blue Origin ha señalado con orgullo que su cohete New Shepard supera la barrera de los 100 km.
La carrera por el turismo intergaláctico ha llevado a diferentes magnates a competir no solo por ser los primeros en alcanzar el espacio, sino por ofrecer experiencias únicas y conquistar altitudes más impresionantes. La odisea del viaje estelar parece haber comenzado, con Virgin Galactic aspirando a realizar al menos un desplazamiento mensual al umbral cósmico y SpaceX planeando una expedición alrededor de la Luna con un grupo de civiles en 2023.