El decreto incluye toque de queda desde las 11 de la noche hasta las 5 de la mañana, así como la movilización de los militares y policías por todo el país
La fuga del narcotraficante Fito ha llevado al gobierno de Daniel Noboa a tomar medidas drásticas, declarando el estado de excepción por 60 días en todo el país. La respuesta a esta situación incluye acciones para recuperar el control de los centros de privación de libertad, que se han convertido en puntos de operación de grupos narcoterroristas. En un mensaje breve pero contundente, el presidente destacó la importancia de la intervención de las Fuerzas Armadas y firmó el decreto para respaldar su acción.
El mandatario llamó a la ciudadanía a apoyar estas medidas, subrayando que la lucha es de todos y enfatizando la necesidad de leyes más efectivas para mantener la paz. Noboa dejó claro que no negociarán con terroristas y se comprometió a devolver la paz a los ecuatorianos. Los militares estarán involucrados en el control de las cárceles, que se han convertido en «comandancias» para bandas del crimen organizado. Sin embargo, estos intentos de intervención se enfrentaron a amotinamientos en varias cárceles y la retención de agentes penitenciarios.
El decreto de estado de excepción incluye un toque de queda desde las 11 de la noche hasta las 5 de la mañana y movilización de militares y policías en todo el país, con autorización para realizar requisas e inspecciones domiciliarias.
La tarea de Noboa en los próximos 13 meses antes de que comience la junta presidencial es colosal, ya que Ecuador ha experimentado un rápido aumento de la violencia y se ha convertido en un epicentro del narcotráfico en el continente. La tasa de homicidios ha alcanzado niveles alarmantes, situando a Ecuador como el país más violento de la región, superando a Honduras, México y Colombia. La disminución de la violencia en otros países como Venezuela y El Salvador ha resaltado aún más la crisis en Ecuador, donde se necesita revertir años de incremento en la violencia con una fuerza policial sin fondos ni motivación.