El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció esta semana la implementación de medidas para la deportación de reclusos colombianos, venezolanos y peruanos, quienes conforman aproximadamente el 90% de la población extranjera en las prisiones del país. Estas medidas responden a la necesidad de abordar el hacinamiento en los centros penitenciarios y buscan optimizar los recursos destinados al sistema carcelario.
En una declaración realizada el 10 de enero, el mandatario ecuatoriano informó que se comenzará con la deportación de 1.500 ciudadanos extranjeros que actualmente cumplen condenas en las cárceles del país. Este proceso se iniciará con los ciudadanos provenientes de Colombia, Venezuela y Perú, países geográficamente más cercanos a Ecuador, para luego extenderse a naciones ubicadas a mayores distancias.
El presidente Noboa destacó la importancia de estas deportaciones como una estrategia para aliviar la sobrepoblación en las cárceles, subrayando que ello contribuirá a mejorar las condiciones de reclusión. Asimismo, rechazó la percepción de que se destine más presupuesto a la alimentación de los reclusos extranjeros que al programa de desayuno escolar para los niños del país.
Con esta medida, el gobierno ecuatoriano busca abordar diversos desafíos relacionados con la administración penitenciaria, haciendo hincapié en la necesidad de equilibrar los recursos y garantizar la eficiencia en el sistema carcelario nacional.
